Histórico 2007

¿Cuantos extranjeros hay en España?
31.12.2007

Hay mucha confusión acerca del número de extranjeros que hay en España. Al poder le interesa más resaltar los supuestos beneficios de la multiculturalidad y el mestizaje antes que dar cifras claras y transparentes que nos permitan hacernos una idea de la magnitud del desastre. Suelen hablar en porcentajes, para que la cosa parezca menos grave, pero la verdad es que hoy en día es imposible salir a la calle y no cruzarse con decenas de extranjeros. Se ven por todas partes, a todas horas, cualquier día de la semana, a decenas, a centenares.Es muy indicativo que ya en 2004, de las 190 personas que murieron como consecuencia directa de los atentados contra los trenes el 11 de marzo, 50 fuesen extranjeras. Esto es un 26,31% del total de las víctimas. ¿Pero cuantos extranjeros hay en España?Oficialmente, el Institutio Nacional de Estadística da una cifra: 4.727.100 extranjeros reconocidos. Esto supondría un 10,57% de la población española, que a 1 de enero de 2006 era de 44.708.964 personas. Pero estas cifras tienen trampa. Según el propio INE, en España hay 374.200 personas con doble nacionalidad (la inmensa mayoría, sudamericanos), y además hasta febrero de 2007 casi 170.000 inmigrantes se habían nacionalizado españoles. Por lo tanto, la cifra reconocida de extranjeros debe ser de 5.271.300, es decir, un 11,79% de la población.Pero la cosa no acaba ahí. Según reconoce el mismo SOS Racismo, en abril habría otro millón más de extranjeros en situación de irregularidad. Así pues, estamos hablando de, por lo menos, 6.270.000 extranjeros en España a fecha de hoy. A este paso los españoles corremos el peligro de quedarnos en minoría, porque no parece que la situación vaya a cambiar.

La estafa de las ONGs y otros peligros
29.12.2007

No es oro todo lo que reluce, y en el mundo oenegeril hay tanta corrupción, tanto vividor y tanto cantamañanas que ya hasta aflora en los medios la punta del iceberg. Ayer la policía detuvo al presidente de la ONG de «ayuda» a los inmigrantes Amanecer por venderles «papeles» a los ilegales a cambio de 9.000 euros. Con él, han caído varios miembros más de la red de mercadeo de inmigrantes que habían establecido. Pero éste es tan sólo el último caso conocido. Hace pocos meses, la ONG francesa El Arca de Zoé ya protagonizó un escándalo en el Chad intentando llevarse a Europa más de un centenar de niños que no eran huérfanos para darlos en adopción. Los negreros del siglo XXI llevan disfraz de humanitario.El caso de Intervida también causó sensación: se acusa a esta ONG de haber desviado casi 45 millones de euros procedentes de cuotas de supuestos apadrinamientos a saber qué finalidades. Pero los delitos de estos piratas no se reducen a lo económico. Conocida de sobras es por nosotros la manipulación que ejercen impunemente los grupos de presión pro-invasión SOS Racismo y Movimiento Contra la Intolerancia. Estos dos últimos son la Gestapo del sistema, la nueva Inquisición, gobierne PSOE o lo haga el PP. Su función es incluso más reprobable que la de quienes defraudan o comercian con supuestos niños huérfanos: estos lobbys disfrazados de negocio humanitario se dedican a capar moral e intelectualmente a la sociedad, siendo el arma arrojadiza de los «políticamente correctos», siendo los primeros que profieren contra cualquiera que se aparte de la línea marcada por los intereses de la oligarquía la acusación de «racista» y «xenófobo». Afortunadamente, y a medida como se deteriora la situación, las «fatwas» de estos hipócritas fariseos pierden cada día más valor y resultan mucho menos efectivas a los oídos de un público ya harto de aguantar lo inaguantable. Antes, ser etiquetado de «racista» por cualquiera de estos dos grupos equivalía a ser anatemizado. Ahora es el certificado de garantía de ser un auténtico héroe de la lucha por los derechos sociales de los españoles, salvo algunas excepciones (que no incluyen jamás, por cierto, los casos de racismo de los inmigrantes contra los españoles). SOS Racismo y Movimiento Contra la Intolerancia son el paradigma de la traición y del colaboracionismo, factores que debería tener en cuenta un futuro gobierno serio para declarar ilegales estas organizaciones que practican el terrorismo psicológico creando sentimiento de culpa en los españoles por todo lo que pasa en el mundo, y justificando un avasallamiento expiatorio fundado en esa supuesta culpa.Todas y cada una de las ONGs de este país deberían ser investigadas y auditadas, y de las 10.000 que hay, permitir sólo la existencia de las que realmente sirvan para algo más que para que sus dirigentes vivan sin trabajar.

Los inmigrantes como herramienta de subyugación de los jóvenes españoles
28.12.2007

gilipollas.jpg
Esto de la foto es el producto que buscan determinados sectores empresariales españoles: extranjeros altivos, chulescos, arrogantes, supuestamente preparados y en puestos de responsabilidad. Alfonso Jiménez, socio de PeopleMatters, explica que los jóvenes cualificados españoles buscan «un buen salario, un ambiente laboral positivo y un horario razonable«. Justo lo correcto, ni más ni menos. Sin embargo, los especuladores y los explotadores saben que los inmigrantes a quienes se supone cualificados son mucho más dóciles y aceptan otras condiciones. A pesar del traje y la corbata que puedan llegar a llevar, jamás serán nada a parte de rebaño dócil y manejable por el capital. Y esto es lo que se busca. A parte que su preparación en origen es más que dudosa. Sólo hay que ver la enorme cantidad de errores médicos que se producen desde que la sanidad se abrió al mercado extranjero.
El mismo Alfonso Jiménez no se corta un pelo a la hora de afirmar que «la alternativa para acabar con esas exigencias de los jóvenes y la situación del mercado es que los inmigrantes con titulaciones superiores o formativas compitan por un mismo puesto«.Las intenciones de la turba capitalista son claras: explotar, explotar y explotar, para que cuatro aprovechados sigan llenándose los bolsillos a costa del pueblo y de sus sufrimientos. Situaciones así han provocado más de una revolución. Es sólo cuestión de esperar para ver otra. Aunque probablemente esas empresas que tanto ansían «acabar con esas exigencias de los jóvenes» vean su productividad empobrecida gracias a la magnífica calificación de sus empleados tercermundistas.

La imposición de la multiculturalidad
25.12.2007

Los grupos de presión pro-invasión, como el Movimiento Contra la Intolerancia o SOS Racismo predican la «multiculturalidad» como si fuese una verdad absoluta. Y además lo hacen en calidad de voceros del gobierno de turno, que les paga las subvenciones que reciben. Y da igual que en el Gobierno esté el PP o el PSOE, que estos chupópteros siguen recibiendo transferencias de dinero público. Sin embargo, nadie le ha preguntado al pueblo si está dispuesto a asumir una transformación tan profunda de su entorno social. Porque a fin de cuentas, quien sufre las maravillas de la multiculturalidad es el pueblo.La multiculturalidad, pues, es impuesta, y a todo el que intente dar una visión distinta a la progre de esto se le etiqueta de «xenófobo», «racista» y «nazi». Según los progres, la multiculturalidad no se discute y hay que «avanzar» hacia ella. ¿Con el permiso de quién? ¿Cómo pueden unas asociaciones de zarrapastrosos tener en sus manos el poder de transofrmar radicalmente y para siempre la sociedad en la que hemos nacido? ¿Por qué no se convoca un referéndum para que el pueblo decida si quiere ver su sociedad transformada en un cúmulo de guetos? Los que alardean de ser tan demócratas son los primeros interesados en que este referéndum no se convoque, porque saben que su actitud es completamente impositiva y le temen al resultado.Toda esta gentuza que ahora se empeña en transformarnos en una «sociedad multicultural» debería ser consciente del daño irreversible que le están haciendo al país. En pocos años, la presión será tan grande que es posible que el experimento degenere en guerras étnicas, raciales y de religión, puesto que el proceso de balkanización que vivimos es cada día más agudo. Hay que ser realmente imbécil para pensar que la convivencia forzada de varios grupos étnicos, religiosos y raciales en un mismo estado no vaya a acabar en guerra abierta entre todos.Entre europeos nos hemos matado mil veces por cuestiones meramente ideológicas, y eso existiendo puntos en común entre todos. Hasta entre españoles han estallado varias guerras civiles a lo largo de la historia, a pesar de compartir lengua, religión, costumbres y raza. ¿Qué puede pasar, pues, en una sociedad «multicultural», donde los grupos poblacionales se separan en guetos y no tienen absolutamente nada en común los unos con los otros, más que la vecindad mal aceptada?La multiculturalidad es la creación de varias sociedades minoritarias dentro de una sociedad huésped, mayoritaria, a la que se le exige que sea «tolerante» con la intolerancia de las demás sociedades implantadas en su seno. Es la larva de futuros conflictos bélicos, cuando alguno de los grupos mintoritarios quiera imponerse a los demás o cuando el mayoritario se canse de tener que tolerar lo intolerable.

La tolerancia progre en dos ejemplos
21.12.2007

«Íbamos a dibujar a Mahoma… ¡pero nos hemos cagao!»
juevesmahoma.jpg

«Lo hacemos por su bien» «¡Que se vaya acostumbrando a la crisis que viene!»
juevescristo.png

Mientras los dibujantes del Jueves se «cagan» a la hora de dibujar a Mahoma, no tienen reparos en representar a los tres Reyes Magos entregando un cofre lleno de mierda al Niño Jesús. Quizás porque saben qué tipo de «tolerancia» gastan los musulmanes. Sin embargo, se atreven a mofarse de Cristo porque nuestra sociedad está acostumbrada a tragar con todo.Hasta el F.C. Barcelona ha tenido que quitar la cruz de San Jorge de su escudo para comerciaizar sus productos en algunos países islámicos, para «no ofender» sensibilidades que se sienten ofendidas hasta por respirar. Así es como queda el emblema después de que las policías religiosas islámicas hayan mandado retocarlo:
barca.jpg
El cónsul de España en Arabia Saudí explicó a La Vanguardia que le sorprendió ver coches y camisetas con el escudo del equipo de fútbol catalán sin la cruz. Mientras aquí tenemos que tragar con mezquitas, fiestas de los corderos degollados, ramadanes y demás atrasos, en el mundo islámico se sienten ofendidos por auténticas idioteces y a la mínima prohiben, recortan y censuran. Hasta iconoclastas se han convertido, borrando y prohibiendo cualquier tipo de simbología religiosa cristiana.Pero claro, aquí somos progres, tolerantes e idiotas, y debemos entender el rollo de siempre: que si su «cultura» es así, que si son otra «civilización», o que si dibujas a Mahoma te lapidan y si aquí te mofas de Cristo eres un héroe de izquierdas, multiculti y superguay que te cagas de la hosta.En fin, el problema es el de siempre: mientras haya hordas de progres analfabetos y descerebrados ocupando el más mínimo puesto de responsabilidad deberemos tragar con toda su estupidez. Y mientras el pueblo siga votando a esa escoria, tendremos tontería para rato.

¿Dónde acaba la tolerancia y dónde empieza la tontería?
20.12.2007

Hace un par de días Menéame incluyó una noticia sobre el Observatorio de la Delincuencia Inmigrante, a propuesta de un usuario que fue quien la insertó en ese sistema de valoración. La nota se refería al Observatorio como «currada web xenófoba» y la describía así: «Web donde recopilan con todo lujo de detalles los delitos cometidos por inmigrantes. Incluso ponen en negrilla la nacionalidad.»La aparición de esta nota suscitó los comentarios de los usuarios de ese sistema. Destacaremos a continuación lo que más nos ha llamado la atención de esa opinión popular. Hubo quien dijo que quienes mantienen el Observatorio son gentes «sin cerebro ni tolerancia». Otros dijeron que el contenido de la web «es tóxico». Otro tildó el proyecto de «actitud irracional y discriminatoria». Y otro todavía propuso «¿y si le denunciamos?», y añadió que «sigo pensando que una página claramente xenófoba como esa debía denunciarse». Para quedar todo esto rematado con la siguiente afirmación: «a veces tenemos que ponernos en el lugar de los otros, para poder empatizar con ellos y comprender como se sienten». Es decir, el último comentarista casi que justificó la delincuencia. Buen remate.Sorprende que el proyecto sea etiquetado de «xenófobo» e «intolerante», y sorprende todavía más que haya un ignorante que se pregunte «¿y si le denunciamos?». ¿Con qué argumentos? La denuncia sólo podría decir que hay una web que recoje las noticias aparecidas en prensa que dan cuenta de delitos cometidos por extranjeros. ¿Y qué? Pero lo más lamentable de todo es que se comente que el Observatorio es algo «sin tolerancia». ¿Tolerancia hacia la delincuencia?Todo esto demuestra el buen trabajo que han hecho esos terroristas psicológicos de algunas ONGs, que han logrado inculcar en la población menos preparada y más influenciable la idea que denunciar los abusos de la invasión extranjera que sufrimos es sinónimo de «intolerancia» y «xenofobia». Y es justo ahí donde se pierde la línea entre la tolerancia y la tontería, y ambas se confunden en un solo concepto: la «tolerantería». De todos estos que criticaron al Observatorio desde la más absoluta inopia y mendicidad intelectual, sólo uno acertó: el contenido «es tóxico». Efectivamente. Refleja la toxicidad que se ha colado por nuestras fronteras, y lo que produce: delincuencia, crimen y abusos a diario.

A todos estos tan tolerantes me gustaría verles la cara que ponen el día que ellos mismos aparezcan en alguna de las noticias del Observatorio como víctimas de la «multiculturalidad» que defienden.

Los progres están perdiendo terreno
19.12.2007

Hoy ha tenido lugar una de esas convocatorias a las que la prensa pinta como previsiblemente multitudinarias y a las que después van cuatro gatos. La Federación Estatal de Refugiados e Inmigrantes de España ha tenido la sinvergüencería de reclamar por las calles que se reguralice de forma masiva a todos los ilegales. Además, también han exigido «el fin de la presión policial» y de «las órdenes de expulsión». Han pedido, justamente, aquello que no se produce y más falta hace.

Por la proximidad de las elecciones, parece claro que detrás de esta manifestación está la mano del PSOE, azuzando a sus organizadores para que les hiciesen el favor de convocarla. Sus propagandistas de tómbola habrán pensado que si los inmigrantes protestaban por una presión policial que no existe y unas órdenes de expulsión que no se ejecutan, el público quizás piense que todo eso que denuncian los inmigrantes se produce de verdad, lo que querría decir que el Gobierno estaría aplicando algo de sentido común al problema migratorio. Pero no, simple propaganda barata, porqué aquí, en vez de largar a gente, se la sigue dejando entrar.Lo más llamativo del tema es que a la manifestación -y a falta todavía de cifras oficiales- habrán ido cuatro (de los que tres lo habrán hecho por compromiso). La progresía ya ha perdido el control de las calles. Hace cinco o seis años, esta manifestación se habría llenado de españoles de buena voluntad pero engañados hasta las cejas. Ahora, sin embargo, ya nadie se deja tomar el pelo, y en este tipo de manifestaciones sólo se puede ver a Esteban Ibarra que va porque cobra, a Zerolo porque es su trabajo, y a los tres pringados que les redactan los manifiestos que no se creen ni ellos.Pobres progres. La gente ya no se deja embaucar por sus mentiras. Quizás porque muchos han comprobado ya en primera persona las mieles de la «multiculturalidad» que tanto predican. Como muestra de lo que decimos, véase a continuación una captura de pantalla de una encuesta del periódico 20Minutos preguntando si se debería regularizar a los ilegales:
encuesta.jpg

A la pregunta «¿Crees que se debería regularizar a los inmigrantes ilegales?», iba ganando en el momento de la captura esta respuesta: «A ninguno: deberían aplicarse leyes más duras». Y por goleada, con un 62% de los votos.

La censura que le gustaría a SOS Racismo
14.12.2007

Los mercenarios de la falsa solidaridad propagada a base de subvención pública se están poniendo nerviosos. El grupo de presión pro-invasión SOS Racismo ha emitido un comunicado por el que considera «peligroso» al Observatorio de la Delincuencia Inmigrante. Dicen que su web «no es similar a ninguna de las publicadas hasta el momento» y que «es peligrosa porque intenta tener una base pseudocientífica para apoyar sus ideas xenófobas». No contentos con afirmar semejante tontería, han añadido que:

SOS Racismo no tiene noticia de la existencia de páginas web similares al Observatorio de la Delincuencia Inmigrante. Ésta sería, por tanto, la primera publicación de este tipo en nuestro país. Javier Ramírez, miembro de SOS Racismo, ha criticado el hecho de que se pretenda plasmar en una página de Internet un amago de estadística, cuando en realidad “el origen de una persona no tiene que incidir” en su profusión a la criminalidad.

El Observatorio, por su parte, también ha emitido un comunicado en respuesta a la valoración de SOS Racismo, en el que muestra su sorpresa por el hecho que el lobby pro-invasión considere «peligrosa» su iniciativa «de difusión de la realidad informativa que nos rodea» y que sin embargo no considere peligrosos los crímenes de los que ellos dan cuenta, sobre los que el grupo pro-inmigracionista no se pronuncia en ningún momento.

Pero el atrevimiento de SOS Racismo ha ido más lejos y ha hecho saber que han «denunciado ante el Defensor del Pueblo que la Policía, cuando envía a los medios de comunicación una nota de prensa relacionada con algún crimen, destaca siempre la nacionalidad del agresor cuándo éste es inmigrante, sin hacer mención a su procedencia cuando es español». A lo que el Observatorio ha respondido que no hacer pública la nacionalidad de los delincuentes «en pleno debate sobre los problemas que causa la inmigración masiva, ilegal y descontrolada que sufre España sería un retroceso para la libertad de información y para la objetividad», y que «conocer la nacionalidad de los delincuentes ayuda al público a entender la incidencia que la inmigración tiene en el aumento de la delincuencia».

Por todo esto, el Observatorio acusa al grupo pro-invasión SOS Racismo de agredir «a los principios constitucionales de libertad de información y libertad de prensa» porque pedir que no se publique «la nacionalidad de los delincuentes sería una forma de censura inaceptable para el siglo XXI, en plena Sociedad de la Información».

De todo esto destaca la asociación que SOS Racismo ha pretendido hacer entre el concepto de «xenofobia», utilizando esta palabra explícitamente en su comunicado, y el Observatorio, para intentar desprestigiarlo. Ahora resulta que reunir en un informe los delitos que cometen los inmigrantes en España es «xenófobo». Es decir, publicar verdades es, según SOS Racismo, un acto de xenofobia. Es inaudito que nadie pueda afirmar alegremente que explicar los desmanes que cometen los delincuentes extranjeros sea una acción xenófoba. Si los inmigrantes no cometiesen delitos, sencillamente el Observatorio no podría dar cuenta de ellos. Pero los cometen. Y lo único que se les ocurre a esos colaboracionistas de SOS Racismo es pedir a la Policía que no publique las nacionalidades de los criminales, en vez de pedir el control de entrada de extranjeros para evitar que se cuele chusma indeseable o las expulsiones de delincuentes inmigrantes. ¿Esa gente en qué mundo vive?

Por todo esto, desde aquí expresamos nuestro más completo apoyo al Observatorio de la Delincuencia Inmigrante en su labor difusora de realidades incómodas para el poder establecido. Efectivamente SOS Racismo tiene razón, y el Observatorio es «peligroso». Peligroso para cantamañanas como ellos, sus patrones y sus secuaces, que no pueden seguir engañando al pueblo con historias baratas sobre «enriquecimiento multicultural» y «beneficios» de la inmigración, como si la inmigración sólo tuviese ventajas y ningún inconveniente. Pues tiene varios, y uno bien gordo: a más inmigración, más delincuencia. Y punto.

Las mentiras del ministro de Justicia
13.12.2007

En este país a cualquiera se le llama ministro. En los sillones ministeriales hay de todo, pero abundan con creces los incompetentes más absolutos, personas que jamás han destacado por nada y que de repente se encuentran con una cartera y un sillón para cobrar un sueldo público a cambio de su inutilidad. A parte de incompetente, hay que ser un auténtico indocumentado para atreverse a afirmar el soberano disparate que dijo el pasado mes de octubre Bermejo, del que dícese es ministro de Justicia:»Bermejo dice que nadie con sentido común puede relacionar delincuencia e inmigración»

Parece ser que Bermejo no conoce el Observatorio de la Delincuencia Inmigrante. Es accesible a través de dos direcciones muy fáciles de recordar: www.delincuenciainmigrante.com y www.inmigracionydelincuencia.com. Hasta un indocumentado como este ministro puede recordarlas con un ligero esfuerzo. En ese sitio se publica una media de veinte noticias diarias dando cuenta de crímenes de todo tipo cometidos por inmigrantes. Hay de todo: desde hurtos a asesinatos, desde amenazas a violaciones. De todo y más, y en abundancia. Y eso sin tener en cuenta las calamidades cometidas por estas gentes que no aparecen en prensa y que, por lo tanto, no se recogen en el Observatorio.

Pero el problema del ministro no es falta de memoria, sino manipulación manifiesta de la realiad. Inmigración y delincuencia son dos conceptos indisociables, estrechamente relacionados, y directamente proporcionales: a más inmigración, mayor número de hechos delictivos. Y el que niegue esto es idiota. Evidencia sobra para poderlo afirmar rotundamente y con fundamento.

Da igual que el gobierno sea socialista o pepero; ninguno de estos partidos tiene la más ligera intención de cambiar esta situación. Muy al contrario, se esfuerzan en disimular la realidad y tildar de «mito» el binomio inmigracion/delincuencia. ¿Como una persona puede caer tan bajo, hasta llegar a negar la evidencia? ¿Por qué estos politicuchos, estos títeres, estas marionetas, prefieren disfrazar la realidad antes que actuar con sentido común salvaguardando el interés del pueblo? ¿En manos de quién están los hilos que mueven a estas marionetas para que actúen contra su propio pueblo? Y lo peor y más grave de todo: ¿por qué hay personas que a pesar de todas las putadas que estos charlatanes nos hacen siguen votando a estos absolutos indeseables, banda de traidores y pandilla de colaboracionistas?

«Denme mil millones y prometo que no exportaré inmigrantes»
12.12.2007

La inmigración como moneda de cambio. Así de claro se ha mostrado Gadafi pidiendo dinero a Europa a cambio de no «exportar» inmigrantes. Y esta actitud está generalizada entre los países emisores de este tipo de mercancía humana. Europa, débil en grado extremo, acepta este chantaje: ayudas, subvenciones y sobornos a cambio de que los países de la ribera mediterránea africana hagan ver que intentan controlar los flujos migratorios. El caso marroquí es paradigmático: cada vez que reciben equipamiento policial o militar, o dinero, procedentes de España, parece ser que no se ven tantas pateras. Si no, las embarcaciones abundan.Así no se arregla nada. Esto son políticas blandengues y además completamente ineficaces. Acabar con la inmigración ilegal es posible, además de necesario. Y sencillo. Lo primero que hay que hacer es derogar la Ley de Extranjería y poner en su lugar algo serio, rígido y estricto. Lo segundo, derogar también todas las reguralizaciones masivas que se han realizado hasta la fecha y deportar inmediatamente a quienes se beneficiaron de esas irregularidades. A todos. Y lo tercero, devolver ipso facto a los que lleguen ahí de donde han salido, haya o no convenios de repatriación y basándose en la evidencia: las pateras y cayucos se devuelven a las costas de las que hayan salido, cualquiera que sea la nacionalidad de sus tripulantes. La tecnología permite realizar seguimientos y determinar con exactitud de donde sale cada embarcación.

Aunque pateras y cayucos son la forma de entrada ilegal en el país menos utilizada, pero la más publicitada. Por los aeropuertos internacionales de El Prat y Barajas entran a diario miles de ilegales con visado turístico sin ninguna intención de abandonar el país cuando la autorización de permanencia caduca. Estos son los más fáciles de deportar, puesto que entran documentados y se sabe de donde son. Cuando el visado expira, y mediante controles especiales de inmigración de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, se puede proceder a la detención del infractor y a su expulsión inmediata y expeditiva. El otro coladero es la frontera con Francia, la última puerta del espacio Schengen, por la que diariamente entran trenes y autobuses cargados de inmigrantes irregulares.

Y sin sanción tampoco habrá eficacia. La inmigración ilegal debe ser castigada, y debe conllevar repercusiones tanto para el propio inmigrante ilegal como para el país que ha permitido su partida. Para el ilegal, la deportación basta, unida a la prohibición de entrar legalmente en España de porvida. Y que corra la voz, que se sepa que quienes lo intentan son devueltos y además pierden toda esperanza de volver a España regularmente para siempre. Y para el país que permite su salida, sanciones económicas, embargos, multas, retirada de ayudas y penalizaciones de todo tipo, principalmente económicas. Además, claro está, de cobrarles la factura de lo que cuesta la deportación no ya sólo de sus súbditos, sino de todos aquellos que han salido de su territorio en dirección a España.

Poniendo en práctica estas directrices, la inmigración ilegal dejaría de ser un problema en tres meses. Y ningún Gadafi se atrevería a chantajear a Europa de manera tan descarada. Si no se acaba con esta lacra es porque no se quiere, porque le interesa a la oligarquía que esto siga así y hasta empeore. Pero poder, lo que se dice poder, se puede.

Los inmigrantes amenazan la unidad de España
04.12.2007

Josep Lluís Carod-Rovira, ni corto ni perezoso, pretende convocar un referéndum en 2014 para decidir sobre la independencia o no de Catalunya y no duda en tomar caminos peligrosos que se sirven de la inmigración para romper España y separar hermanos. La Vanguardia publicó en su edición del 2 de diciembre una entrevista a este personaje donde quedan más claras todavía sus posturas. Veamos algunos extractos:

Quiero dar el derecho a poder decidir el futuro del país de acogida a aquellos que hoy ya son catalanes de hecho, aunque legalmente quizás no lo sean de derecho. Sean árabes o latinos, africanos o chinos, podrán votar en el referéndum de independencia del 2014. Y estos 7,5 millones de catalanes ¿qué elemento tienen en común?: La tarjeta sanitaria.

Es decir, según Carod, lo que nos une a todos los que vivimos en Catalunya es la tarjeta sanitaria. Lo que no dice es que algunos llevamos años pagándola y otros la han recibido gratis. Algunos procedemos de familias que hace siglos que con su esfuerzo y sufrimiento levantan esta tierra y otros acaban de llegar y ya se arrogan más derechos que nosotros. Hasta el de poder votar.

¿Usted cree que el derecho de voto de los inmigrantes reúne el consenso en Catalunya?

Probablemente es uno de los problemas que tendremos que superar. La fecha del 2014 no fue improvisada. Tiene la ventaja de que nos queda tiempo suficiente para superar éste y otros obstáculos.

Obviamente necesita tiempo para seguir con su lavado de cerebro institucional. Tanto para crear animadversión hacia la unidad de España como para lograr que los catalanes acepten que tercermundistas de medio mundo puedan votar en un referéndum de dudoso propósito.

Diríase que busca el apoyo de los inmigrantes para compensar el amplio sector de la población que se declara contrario a la independencia y prefiere seguir siendo español.

Yo estoy planteando un cambio de verdad en el proyecto nacional, que hoy ya no tiene que ver con la identidad. Éste es el cambio fundamental. Hasta ahora, la independencia de Catalunya, desde la perspectiva nacionalista esencialista, era vista como un derecho. Yo lo planteo como una necesidad.

En esta pregunta el periodista de La Vanguardia da en el clavo. Los catalanes no quieren la independencia para nada. En la Unión Europea fragmentar estados y crear otros nuevos, más pequeños, es inútil. Sólo los cuatro iluminados que votan a ERC, mayoritariamente pijamosos hijos de papá, creen en semejante tontería. Y sin duda que Carod, para lograr sus objetivos, no dudará en llenar Catalunya de extranjeros y otorgarles derecho a voto para intentar salirse con la suya. No por patriotismo catalán, sino por ansias de poder. Carod prefiere ser el presidente de un Estado que el vicepresidente de una Autonomía.

¿Cómo les convencerá de que la independencia les conviene?

Lo hará la política del Govern. La gente que viene de fuera tiene todo el derecho del mundo a aprender el catalán. Quien tiene la obligación de facilitarles el aprendizaje es el Govern. Y no sólo la lengua. El bienestar no lo trae sólo la lengua. Lo trae la escuela, la vivienda digna, el transporte, los servicios de calidad, la sanidad….

Escuela, vivienda, transporte, servicios de calidad y sanidad que acabaremos pagando todos, regalándoles todo eso a los inmigrantes a cambio de su voto. Carod pretende comprarlos. Ésta es su manera de «convencer» a los inmigrantes de que la independencia les conviene y no lo oculta.

Lo que Carod quiere no es una Catalunya con criterio, sino una Catalunya llena de gentes dóciles y manipulables que cedan a sus seducciones a base de sobornos y privilegios. Y para eso los catalanes ya no valemos. Necesita inmigrantes, y cada día tiene más. Más de un millón, a fecha de hoy. Un millón que en 2014 serán dos o tres, al paso que va la cosa. Tres millones que entonces no dudarán en votar «sí» a la independencia de Carod. Porqué a ellos la unidad de España, formada de pueblos hermanos, les importa un pepino. Porqué a ellos la historia común de catalanes, castellanos, navarros, valencianos, etc. no les interesa ni la conocen. Porqué una España dividida siempre será más débil que una España unida. Y porqué Carod les regalará lo que ya se lleva tiempo regalándoles a cambio de su voto. Un voto que los catalanes de verdad sabrán dirigir bien si Carod convoca este referéndum hispanicida.

Por eso, desde aquí, decimos NO a la disgregación de España y SÍ a la unidad, en base al respeto mútuo. La unión hace la fuerza. Y esto lo dice un catalán de pura cepa, que habla y escribe en catalán (excepto en este blog), que tiene apellidos y antepasados catalanes desde que los archivos guardan memoria, que vive en Catalunya y que la ama como patria suya que es, y que el 11 de septiembre hiza la cuadribarrada catalana en su balcón. Y que no está dispuesto a ver como ningún villano pisotea a España, madre patria común, ni piensa tolerar que ningún sinvergüenza desuna y divida a hermanos. ¡Visca Catalunya! ¡Viva España!

El Ararteko, impulsor de la censura
02.12.2007

Ayer dábamos noticia de la queja del Observatorio de la Delincuencia Inmigrante sobre el hecho que la Ertzaintza no facilite la nacionalidad de las personas que detiene. Pues gracias a Bicéfala del foro de La Tribuna de España hemos tenido conocimiento de un interestantísimo artículo publicado en la edición vasca del periódico «El País» el 16 de mayo de 2005. Dado el interés del texto, lo reproducimos a continuación:

Cuando se comete un delito, ¿qué es lo importante? ¿El delito y quién lo ha cometido? ¿O el origen del delincuente? El Ararteko, Iñigo Lamarca, y el director de Inmigración del Gobierno vasco, Omer Oke, tienen claro que la nacionalidad es lo menos relevante. Por eso han solicitado a la Ertzaintza y a las policías locales que dejen de mandar su información oficial sobre actos delictivos aludiendo al origen de los presuntos delincuentes cuando éstos son de origen extranjero. Se trata de un dato que muchas veces sólo sirve para transmitir una visión negativa de la inmigración.

Esta es la tesis que sostienen el Ararteko y Omer Oke. Citar el origen de los presuntos delincuentes es «un dato que, a menudo, no añade información relevante al relato y, en cambio, actúa, como refuerzo o creación de prejuicios y estereotipos», advierte el Ararteko en un capítulo específico sobre esta cuestión incluido en su informe de actividad del año 2004.

Tras recibir algunas quejas de una asociación que trabaja con personas inmigrantes, el Defensor del Pueblo Vasco solicitó el año pasado la colaboración de la Ertzaintza y de las diferentes policías municipales para conocer los mecanismos que han establecido para evitar «referencias innecesarias a la nacionalidad» en la información que facilitan a los medios de comunicación. En respuesta a su solicitud, el Departamento de Interior y los ayuntamientos de Vitoria y San Sebastián respondieron que sólo daban la nacionalidad cuando estimaban que el dato podía ser relevante para «la comprensión global de la noticia». Por su parte, el Ayuntamiento de Bilbao informó de que desde octubre del 2004 no facilita la nacionalidad de los detenidos.

Sin embargo, el Ararteko ha podido comprobar que las notas de prensa que la Ertzaintza elabora aluden a la nacionalidad extranjera de los presuntos autores de los delitos en casos en los que, a juicio del Defensor del Pueblo, «tal mención resulta totalmente innecesaria para comprender la noticia». Durante la consulta, no encontró en las notas de prensa referencias equivalentes con relación a los presuntos delincuentes nacionales. Las abundantes referencias a la nacionalidad de los inmigrantes le hace pensar al Ararteko que «la Ertzaintza cita este dato de una forma mecánica en todos los casos en los que la persona concernida por la información es extranjera». Así, concluye que las informaciones policiales sobre extranjeros «no se ajustan a las pautas de actuación que han de observarse en estos casos». Según el Defensor del Pueblo, un discurso apropiado sobre la inmigración es tan importante como las mismas políticas inmigratorias. Por eso, la mención de datos como el país de origen, el color de la piel, el grupo étnico, la religión o la cultura de los protagonistas de algunas noticias no añaden «nada de relevancia».

Cuando estos detalles se incluyen en una nota informativa sobre los autores de actos delictivos, y sólo con relación a los extranjeros, «se corre el riesgo de etnificar la definición del delito porque se transmite a quien recibe la información una imagen de la inmigración asociada al delito», señala el informe del Ararteko. «No se trata», añade, «de ocultar hechos negativos por la sola razón de que hayan sido realizados por inmigrantes, sino de excluir cualquier atisbo de discriminación en el discurso sobre la inmigración».

Omer Oke insiste en la idea de que lo importante cuando se comete un delito es la persona que lo ha realizado y sus consecuencias. «El que ha cometido el delito tiene nombre y apellidos. A veces se protege el nombre de esta persona mientras un juez no le condene, pero cuando se cita su nacionalidad todos los que pertenecen a ese país dejan de ser presuntos para convertirse en delincuentes». Esta circunstancia contribuye a reforzar los prejuicios existentes, según Oke, quien apunta que su dirección está trabajando para que el detalle de la nacionalidad desaparezca y deje de ser relevante. «Hay que ver a las personas como realmente son, independientemente de su nacionalidad, origen y color. Si les vemos así y entendemos que la sociedad es diversa cultural y racialmente, evitaremos muchos conflictos innecesarios».

Para evitar que se siga reproduciendo la situación, el Ararteko ha remitido a los cuerpos de policía una copia del manual de estilo que el Foro Vasco para la Integración Social de la Inmigración aprobó en el año 2000. El objetivo es que adopten este manual como principal referente para elaborar un código de conducta sobre el tratamiento de la información relacionada con los inmigrantes.

No deja de ser una forma más de censura y una muestra de hipocresía infinita. No quieren que se facilite la nacionalidad de los delincuentes porqué salta a la vista que la mayor parte de los delitos son cometidos por extranjeros. Y en vez de aplicar unas políticas de control de entrada para evitar que la escoria de medio mundo acabe campando a sus anchas por nuestras calles, lo mejor que se les ocurre es mandar a la policía que omita la nacionalidad de la chusma a la que detiene en sus notas de prensa. La situación ha llegado a tal punto que ya casi sólo por el tipo de delito cometido se puede adivinar la nacionalidad del delincuente, por mucho que censuren su nacionalidad o su nombre en las notas de prensa.

Aun así, algunos iluminados siguen predicando que no se puede asociar inmigración y delincuencia, y para lograr sus mentiras no dudan en aplicar censuras, manipular noticias o dar órdenes a la Ertzaintza para que no diga de donde son los delincuentes que coje. La verdad es que la inmigración conlleva un aumento brutal, inaudito y sin precedentes de la delincuencia. Inmigración y delincuencia son dos conceptos intrínsecamente asociados e indisolubles.

Lo que hace a este caso más lamentable todavía es que ni tan siquiera se publique en las notas de prensa de la policía vasca ni el más mínimo indicio que pueda apuntar a que el delincuente pueda ser extranjero, obviando hasta sus iniciales para que no se vea que sólo tiene dos. Y esto pasa desde que el Observatorio de la Delincuencia Inmigrante controla sus notas de prensa. ¿Nuevas instrucciones del Ararteko? ¿Entiende el defensor del pueblo vasco que al pueblo se le defiende dejando entrar a todos los delincuentes del mundo y encima ocultando que esos criminales son extranjeros? Este asunto es de lo más bochornoso: el defensor del pueblo defendiendo a colaboracionistas, traidores y oligarcas que sacan beneficio de la inmigración salvaje que sufrimos, haciéndoles el favor de prohibir que se difunda la nacionalidad de los delincuentes para evitar que se conozca un aspecto fundamental de la inmigración: la delincuencia que conlleva. Y mientras tanto el pueblo, ese pueblo al que dice defender, aguantando calamidades de todo tipo.

La Ertzaintza oculta información sobre detenidos
01.12.2007

Según denuncia el Observatorio de la Delincuencia Inmigrante, el Servicio de Prensa de la Ertzaintza podría estar manipulando las notas de prensa que publica con el objetivo de impedir la identificación de las personas detenidas por la Ertzaintza como extranjeras.La policía vasca no ofrece ninguna información sobre la nacionalidad de los detenidos, pero hasta el día 24 de noviembre sí que daba sus iniciales, por lo que los que sólo contaban con dos podían ser identificados como no españoles (en España se usa un nombre y dos apellidos, es decir, tres iniciales). Aun así, hay más países donde la onomástica se sirve de dos apellidos además del nombre, lo que todavía seguía ofreciendo un margen de error amplio.

Por lo que se puede leer en la nota de prensa nº 7 del Observatorio, de fecha 30/11/2007, de las 17 notas publicadas por la Ertzaintza desde el 24 de noviembre, sólo diez ofrecen las iniciales de las personas detenidas, de tres letras. En las 7 notas restantes, no se da dato alguno al respecto. Y según apunta el Observatorio, «el tipo de delitos que relatan las notas en las que no se ofrecen las iniciales de los detenidos son comunes entre los extranjeros».

Por todo esto parece claro que la Ertzaintza está ocultando premeditadamente información que pudiera llevar a identificar a personas detenidas por ella como no españolas. Es, además, el único cuerpo de policía del Estado que no habla jamás de las nacionalidades de quienes detiene. Sería necesaria una aclaración por parte de la policía vasca para conocer qué criterios sigue a la hora de facilitar información sobre sus detenidos y por qué no da sus nacionalidades.

Francia vuelve a arder
26.11.2007

El fantasma de la guerra racial vuelve a avivarse en Francia. La muerte de dos jóvenes que circulaban en una moto robada, sin casco, y que colisionó con un coche de la policía han sido el detonante de los disturbios de esta noche. Decenas de indeseables han incendiado dos comisarías y tres grajes, han dejado ocho policías heridos, uno de gravedad, han atacado a varios coches patrulla y también a una unidad de bomberos, hiriendo a uno. La escena recuerda los episodios de violencia racial desatados en el país galo hace dos años, cuando dos menores inmigrantes de segunda generación murieron electrocutados al huir de la policía.

Francia tiene, oficialmente, un 9,6% de inmigrantes entre su población. Pero la cifra es falsa. No se cuenta en ella a los extranjeros nacionalizados franceses ni a los hijos de éstos, los llamados «inmigrantes de segunda generación». Con este cómputo, el porcentaje puede superar el 20%. Un 20% de población mayoritariamente hostil a Francia, que no se siente francesa y que una parte de su juventud reacciona incendiando y vandalizando cada vez que algunos de los suyos tienen un encontronazo con la ley. Protestar por la muerte accidental de dos menores que iban sin casco y en una moto robada no es racional. Y menos aún lo es hacerlo incendiando todo lo que haya a su paso. Estos son los efectos de la multiculturalidad: a un paso de la guerra racial.

Lo que pasa en Francia es muy buen indicativo de lo que puede llegar a pasar en España en un futuro próximo, cuando el porcentaje de población extranjera crezca hasta niveles más alarmantes que los de ahora. Pero aquí la cosa puede ir multiplicada por cien: si nuestros gobiernos endebles no son capaces de frenar la entrada masiva e ilegal de extranjeros en el país, ¿cómo van a ser capaces de hacer frente ante una situación similar a la francesa? Si nuestros gobiernos sólo saben lanzar campañas sobre «los beneficios de la inmigración» y no se atreven a reconocer sus peligros, ¿como esperan que reaccionen en un caso de emergencia? Da igual que gobierne PSOE o PP para este asunto. Ni los unos ni los otros tienen el más mínimo interés en poner orden al caos migratorio que entre los dos han tolerado. Los oligarcas (gran banca e industria) sacan demasiado beneficio con la inmigración. Por una parte, bancos y cajas ganan fortunas increíbles con las remesas de los inmigrantes al extranjero, y pueden seguir vendiendo hipotecas a personas que no tienen todavía una casa en propiedad, cuando ya han hipotecado a casi todos los españoles. Por la otra, la gran industria tiene mano de obra barata y dócil, dispuesta a aceptar sueldos y condiciones que para cualquier español son un insulto. Es falso que los inmigrantes hagan los trabajos que los españoles rechazan: sólo que aceptan los sueldos que los españoles no pueden aceptar de ninguna manera. Mientras un español medio tiene unos gastos que cubrir, los gastos del inmigrante son muy inferiores; si viven 25 en un piso alquilado, pongamos por caso, el alquiler les sale a 50 euros a cada uno mensuales. El español, en cambio, tiene que hacer frente a hipotecas de 900 euros, lo que no le permite aceptar el primer trabajo basura que le ofrezcan. Y la patronal encantada pudiendo pagar 800 euros a un inmigrante en vez de los 1.500 que debería pagarle a un español.

Así que gobierne PSOE o gobierne PP, el dueño seguirá siendo el capital, con lo que la invasión seguirá su curso. Sólo ante problemas tan graves como los que se están germinando en Francia se verá hasta qué punto puede la oligarquía controlar a la masa. Entonces se verá si la masa se levanta en un movimiento revolucionario y empieza un periodo de reformas, o si ésta sigue aguantando lo que vemos cada día. Con los niveles de aborregamiento que existen hoy en día podría parecer que la masa seguirá calladita y con los pantalones bajados, pero hay varios indicativos que demuestran un mayor esfuerzo del poder para seguir con su lavado de cerebros: cada día tienen que invertir más dinero en campañas propagandísticas exaltando a la inmigración, los medios de información tienen que manipular más, y los progres tolerantes, multiculturetas, buenrollistas y buenistas han perdido el monopolio de la calle. Ya nadie va a las manifestaciones que convocan para rechazar tal o cual acto de «racismo». La gente se ha cansado. Se les ha visto demasiado el plumero con campañas de auténtica manipulación, propaganda y lavado de cerebro masivo como los dos bofetones a una ecuatoriana en un tren de Barcelona, publicitados hasta el hastío. Y se han silenciado multitud de delitos graves cometidos por inmigrantes contra españoles. Y al final, el público, acaba por darse cuenta de este vomitivo y descarado afán manipulador, lo que a la corta o a la larga acabará pasando factura. ¿Qué tipo de factura será? Ya lo veremos en su momento. Lo que sí está claro es que esa factura ya se está escribiendo.

«¡Eso por moro de mierda!»
25.11.2007

La Asociación de Trabajadores e Inmigrantes Marroquíes en España, ATIME, ha denunciado una «vil e intolerable agresión racista» supuestamente ocurrida en Méntrida (Toledo). Un joven marroquí de 18 años se presentó ante la Guardia Civil con la cara hecha un mapa y declaró que un grupo de españoles le propinó una paliza al grito de «¡Eso por moro de mierda!». Y ATIME expresó «su disposición a prestar ayuda psicológica así como asistencia legal al joven agredido».

Sin embargo, la Benemérita descubrió que ni agresión «brutal», ni «racista». Las lesiones del moro fueron fruto de «una pelea normal entre el marroquí y otro chaval». Una pelea de estas que pueden tener dos personas poco dadas al diálogo en cualquier ciudad de cualquier país del mundo, sin que tenga que ir revestida de tinte racista alguno. Sólo basta que uno le llame «hijo de puta» al otro para que si hay poca moderación empiecen a saltar los puñetazos.

Múltiples testigos desmintieron la versión del marroquí y afirmaron que éste recibió un puñetazo de un menor español, a quien el moro también había pegado. Los motivos de la pelea no han trascendido porqué forman parte de la investigación abierta por la Guardia Civil, pero sí se sabe que la fiscalía de menores ha calificado el caso como «falta de lesiones». Ni racismo, ni ensañamiento, ni agresión en grupo, ni «¡Eso por moro de mierda!»

Aun con todo, ATIME sigue manteniendo la versión del marroquí, escudándose en el «racismo». Si se pelean dos españoles, sólo será una pelea simple y llana. Pero si un español se pelea con cualquiera que no lo sea por el mimso motivo que se pelearía con un compatriota, ya es un vil, bárabro y brutal acto de racismo. Sinvergüenzas como Esteban Ibarra o la patolea que se esconde detrás de SOS Racismo son los responsables de esto: han enseñado a los invasores a gritar bien alto y fuerte «RACISTA» ante cualquier contingencia que tengan, para jugar con ventaja. Y lo mismo se hace extensible a todos los que somos críticos con esta invasión que sufre España. Si protestas, eres un «racista». Y si no un gilipollas. Así que elijan.

Islamización por ley
24.11.2007

Muy indicativo el proyecto de ley que el gobierno «progresista y de izquierdas» de la Generalitat ha aprobado: en virtud de éste, los municipios deberán reservar suelo para los centros de culto. Obligatoriamente. Por cojones, vaya, hablando en plata. En Catalunya hay 13 religiones y 3.500 templos, y cada población tiene por lo menos una iglesia católica. El número de templos cristianos ya no va a crecer. Sin embargo, el islam construye cada día más mezquitas y es la religión que más está en expansión en España, porqué el número de adeptos a ella que llegan a nuestro país no para de crecer. Por lo tanto no es difícil dilucidar para quién se ha redactado éste proyecto de ley que obliga a reservarles terrenos para sus mezquitas. Y todo ello con el apoyo de los autodenominados «laicos» supuestamente de izquierdas, que no entran en una iglesia más que cuando los llevan en una caja de pino. Y sin embargo no dudan en fomentar la expansión de religiones extranjeras y peligrosas aunque sea a golpe de ley, argumentando que eso es «multiculturalidad y progresismo», pero ir a misa es «de fachas», según su criterio.

TVE discrimina a los españoles
21.11.2007

¿Sabe cantar? ¿Cree que lo hace bien? ¿Es usted español? Pues jódase. Sí, que se joda, ha leído bien, porqué no podrá ni tan siquiera optar a participar en el nuevo programa de TVE1: «Los hijos de Babel«. Una especie de «Operación Triunfo» sólo para inmigrantes, con acceso vetado para los españoles por orden de La Primera, «la de todos», pero eso sí, financiada esta basura con nuestro dinero, el de todos, para unos cuantos. «Los hijos de puta», podrían titular a esta bazofia, más acorde con la actitud que mantienen TVE1 y la productora de este programa, Endemol, famosa por haber producido otras ponzoñas televisivas de calidad cero.

Ahora la gran duda es quién verá semejante porquería televisiva. ¿Va dirigida sólo al público inmigrante, o esperan que algún español se digne a ver un programa en el que le han prohibido participar por ser español y sólo por ser español? ¿Veremos en los intermedios anuncios de Electroecuador y de Western Union, o se publicitarán también Mercedes-Benz e IBM?

¿Se imagina alguien la reacción de progres y demás parásitos si se anunciase un programa en el que los inmigrantes no pudiesen participar? Quien hubiese tenido semejante idea ya estaría declarando en la Audiencia Nacional por genocida, nazi, fascista y xenófobo-racista. Esto merece una denuncia por discriminación por motivos de raza, cultura, religión, etnia, nacionalidad e idioma. Si se es español ya ni se puede intentar participar en ese programa, encargado a una productora por una televisión pública con dinero público. Desde aquí animamos a quien tenga capacidad para hacerlo a presentar demanda judicial contra TVE1 y Endemol por esta actitud discriminatoria y racista antiespañola.

¿Qué demonios está pasando en España? ¿Alguien cree que cosas así son normales? Se están riendo de nosotros en nuestras propias narices y con mal gusto. Nos discriminan como si fuésemos ciudadanos de segunda en nuestra propia casa, y encima nos lo dicen claro, alto y por la tele: «si no eres inmigrante no puedes participar». ¡Anda ya, a tomar viento!

Ratas a la carrera
20.11.2007

Ratas a la carrera es el título de una película. Y desde ahora también es el título que merece la actitud de Pilar Rahola y de Esteban Ibarra. Estos dos «demócratas» y «tolerantes» que han hecho de su charlatanería barata su medio de vida decidieron emprender la huída ante José Luis Roberto, presidente de España 2000, y Manuel Canduela, presidente de Democracia Nacional. El pasado sábado estos dos señores fueron invitados a un debate en el programa de Telecinco «La Noria» para hablar de inmigración, y se suponía que en la misma mesa debían sentarse a debatir con ellos Rahola e Ibarra. Pero ambos declinaron porqué, según afirmaron, se niegan «a debatir con fascistas».

Quienes carecen de argumentos sólo pueden insultar y esconderse, que es justo lo que hicieron esos dos progres de pacotilla. Ante los argumentos de los dos principales representantes políticos del movimiento anti-invasión no habrían podido mantenerse en pie ni medio minuto, como ya le pasase a Rahola meses atrás en el programa Paranoia Semanal, cuando se las tuvo que ver con Samuel Azor y acabó abucheada por el público y Samuel, aplaudido y vitoreado ante las verdades como puños que le dijo a la progre charlatana.

Rahola e Ibarra tienen especial predilección en catalogar de fascista a cualquiera que no piense como ellos. En verdad, los fascistas son ellos. Alardean de una tolerancia de la que carecen por completo y no admiten opiniones distintas a las suyas, con el agravante que las suyas son de pago. Este señor y esta señora viven, literalmente, del veneno que sale de su boca. Y encima se permiten el lujo de llamar «fascistas» a unas personas que se sientan a una mesa para explicar una postura ante la inmigración masiva, descontrolada e ilegal que es el sentir mayoritario del pueblo español.

Hace unos años habría sido impensable que representantes de los partidos anti-invasión fuesen invitados a ningún programa. Y más impensable todavía habría sido que el público los aplaudiese, no por no pensar lo mismo que esos señores dicen, sinó por el «qué dirán». Hace unos años el dominio progre sobre las manifestaciones públicas era absoluto, y nadie se atrevía a decir en voz alta públicamente lo que pensaba. Pero han agobiado tanto, se ha deteriorado tanto la situación y han usado tan a discreción los motes de «fascista, racista, nazi, xenófobo y racista» para etiquetar a cualquiera que defienda sus derechos, que esta munición ya no hiere. También habría sido impensable que el resto de contertulios de una mesa hablase sinceramente y acabase posicionándose con los «fascistas» que dicen Rahola e Ibarra. Pues todo esto pasó en «La Noria». Y se demostró lo que ya sabemos: Rahola, Ibarra y los demás de su condición son unos absolutos cobardes faltos de argumentos, faltos de apoyo social y con un discurso que no se creen ni ellos. Y tan es así, que cuando tienen que vérselas con alguien que les puede cantar las cosas como son y ponerlos en su sitio, prefieren salir por la puerta de atrás para no quedar en evidencia.

¡No pasarán!
18.11.2007

Los «antifascistas» se han comportado esta noche en Barcelona como auténticos nazis. Han arrojado botellas y demás objetos contundentes contra la policía, han cruzado contenedores en la vía pública y han apedreado, apaleado y atacado a los Mossos d’Esquadra que custodiaban la consejería de Interior de la Generalitat. ¡La que ocupa el progre de Saura! El resultado han sido diez agentes del orden heridos, y siete alborotadores detenidos.

Pero esto da igual. Los medios sólo hablarán de «jóvenes revolucionarios pertenecientes al colectivo antifascista protestando contra la opresión y la injusticia» en vez de decir lo que son: violentos cabezas rapadas de ultraizquierda. Es patente el trato de favor que reciben estos grupos de vándalos por parte de las instituciones y la prensa. Éstas se limitan a demonizar solamente a los cabezas rapadas «nazis», «ultraderechistas» o «fascistas». Y ambos grupos son igual de violentos y fanáticos. Por lo tanto, o se condena toda forma de violencia, o no se condena ninguna. Sin ir más lejos, hoy ha aparecido una noticia en prensa dando cuenta de una agresión protagonizada ayer por acólitos de los que hoy tiraban piedras a la policía, y la cosa se ha quedado ahí. Ni alarma ciudadana, ni manifestación, y casi ni cobertura al hecho. Cuando es al revés, hasta se pide la ilegalización de los partidos anti-invasión en un intento más de asociar la violencia de unos pocos radicales a un movimiento político que defiende sus postulados con argumentos, no con bates de béisbol.

Otra curiosidad mediática es el relieve que se le da a la palabra «antifascista» en los titulares y en las locuciones de radio y televisión. Se habla de manifestaciones «antifascistas», de grupos «antifascistas», de colectivos «antifascistas»… con lo que se reconoce implícitamente que existe un «fascismo» al que estos luchadores de la libertad combaten. Y de momento yo no he visto más fascismo que el suyo. Los medios han intentado asociar al movimiento social y político que se opone a la invasión de España con el «fascismo» al que dicen combatir esos alborotadores. El sistema pretende etiquetar de «fascista» a cualquiera que no vea las cosas según la regla oficial. ¿No es ésta una conducta auténticamente fascista?

Los medios utilizan una terminología que espanta: fascistas, antifascistas, nazis, ultraderechistas, etc. Cuando uno lee el periódico, podría fácilmente creer que está leyendo prensa de 1936 a no ser porqué las fotos están a todo color. Da la impresión que se esté buscando una nueva confrontación entre españoles. En las manifestaciones de hoy resonaban hasta las viejas consignas del «¡No pasarán!», mientras al mismo tiempo pasaban por Barajas, por Canarias y por las costas mediterráneas miles de extranjeros a quienes la guera de 1936 les importa un cuerno y lo mismo si nos volvemos a matar entre hermanos en dos días.

Senegal impide las repatriaciones con operetas
17.11.2007

¡Qué casualidad! En el preciso instante en que dos aviones españoles debían tomar tierra en Senegal con cerca de setenta deportados cada uno, los bomberos de ese país se declaran en huelga y deciden cruzar un camión en la pista de aterrizaje. De los tres aviones que se mandaron, sólo uno pudo aterrizar, y aun así tuvieron sus ocupantes que esperar dos horas para poder desembarcar. Creo que a los que llegan en cayuco no les hacen esperar dos horas dentro de él antes de dejarles poner los pies en tierra firme. Los otros dos aparatos tuvieron que regresar a España con todo el pasaje.

Parece clara la voluntad del gobierno de Senegal de dificultar las cosas. En ningún país medianamente civilizado se toleraría que unos bomberos colocasen un camión en medio de la pista de un aeropuerto por mucha huelga que tuviesen. Y ahí cosas así tampoco pasarían, a no ser que fuese siguiendo instrucciones del gobierno. Senegal y otros países de la zona han logrado muchos beneficios gracias a la inmigración ilegal que emiten: han recibido ayudas económicas por parte de España, cupos de contratos laborales, más ayudas en material de vigilancia que no se debe de usar para nada, y encima reciben las divisas que les mandan sus ciudadanos. Por lo tanto al Senegal no le interesa que ese flujo migratorio ilegal cese. A Mauritania tampoco. Se acabaría la gallina de los huevos de oro. Los cayucos son, además, una herramienta de presión, casi de combate diplomático, y de claro chantaje. Cuando quieran obtener algo de España, saben que sólo tendrán que dejar caer el rumor que harán la vista más gorda todavía ante las salidas de cayucos. Y España les concederá cuanto deseen, como ya ha sucedido en ocasiones anteriores.

Quien tenga la responsabilidad de ello debería replantearse las políticas de repatriación y deportación. Por aire es caro y cada avión puede llevar a un número reducido de pasajeros. Además, no hay garantía de aterrizaje, como se ha visto. Una repatriación por mar, en grandes buques cargueros escoltados por fragatas de la Armada, supondría menos problemas: en cada viaje se podrían transportar muchas más personas, y el desembarco podría producirse en cualquier playa aunque fuese con vehículos amfibios, si los puertos no estuviesen disponibles porqué a alguien se le ocurriese cruzar un camión de bomberos en el muelle. Aunque lo mejor y más efectivo de todo sería que cuando los cayucos abandonen las aguas jurisdiccionales de los países de los que han salido, ya en aguas internacionales, se encontrasen con unidades de la Armada que los obligasen a regresar, no con buques de salvamento marítimo que los remolcasen a puertos españoles.

Otra historia de vídeos que no salen
15.11.2007

«¡Qué pasa!, que te hemos oído; a ver qué vas diciendo por ahí de los latinos; no serás un racista de ésos». Esto fue lo que le dijeron tres pandilleros de estética Latinkinaja a un universitario madrileño que iba en la Línea 1 del Metro el pasado sábado por la noche, acompañado de otros dos españoles, comentando el enfrentamiento que tuvieron el Rey y Hugo Chávez en la cumbre iberoamericana. La cosa no se quedó con eso, y llovieron golpes sobre los tres españoles. «¿Veis este cigarrillo? Pues os lo vamos a meter por el culo». La chusma pandillera sudamericana iba, además, fumando en el Metro, buena muestra de su actitud desafiante.

Los vagones de los trenes que circulan por las líneas del Metro de Madrid disponen de por lo menos diez cámaras de seguridad ocultas cada uno, capaces de registrar como mínimo 48 horas de grabación. Por lo tanto, y sin ningún género de dudas, esta agresión quedó grabada. Los inmigrantes agredieron a los españoles por criticar a ese dictador venezolano falto de educación, vulgar como él solo. Y por ser españoles que «a ver qué van diciendo por ahí de los latinos». Claro, «latinos», palabra de Dios. Intocables. Incriticables. Inpronunciables. Incomentables. ¿Cómo osa un español hablar de «los latinos»? ¿Cómo se atreve un ciudadano de segunda categoría a decir nada del Gran Chávez, dictador vitalicio? Probablemente por las mentes de esa vulgar escoria pandillera de importación pasase el recuerdo del revuelo que se organizó por dos bofetadas que le dieron a una de los suyos en un tren de Barcelona. Y alentados por ese recuerdo, decidieron protagonizar también ellos su videoclip particular y arremeter a golpes contra los tres españoles. La diferencia es que los medios de comunicación no han hecho ni caso de esta agresión, nadie se ha molestado en pedirle a Metro de Madrid copia del vídeo que enseña los hechos y desde luego menos aún se han molestado los responsables de prensa del suburbano en facilitar a la prensa copia de esa filmación. Quizás alguien podría hacernos el favor a todos de sacar copia del vídeo, aunque sea con un móvil. Porque si las imágenes de ese tren catalán trascendieron, no tienen por qué quedar inéditas las que registraron las cámaras del Metro de Madrid.

Aunque si ahora, de repente, esa cinta apareciese, podríamos dar gracias si se emitiese una sola vez por televisión. Para ser justos, deberían ponerla 200 o 300 veces, tantas como nos restregaron por la cara las ya famosas bofetadas que le dieron a una ecuatoriana en un tren de Barcelona. La prensa debería de avergonzarse de ser tan manipuladora. Los periodistas deberían defender su dignidad y hacer como en el Ejército, donde los soldados rasos no tienen por qué obedecer órdenes criminales o ilegales de sus superiores inmediatos. Periodistas: ¡sublevense! Consigan esta grabación y emítanla. Y a los jefes de edición que quieran impedirlo, que les den morcilla. Quizás pierdan su trabajo, pero conservarán su honor y su dignidad. No contribuyan a esta campaña de manipulación silenciando determinadas noticias y publicitando hasta el hastío otras.

Lástima que en ese vagón del Metro no estuviese el Rey para decirle a esa chusma: ¿por qué no te callas?

¿Dónde está el vídeo?
14.11.2007

«Un joven antifascista de 16 años muere en Madrid a manos de los nazis».

La República, 11/11/2007

«Un joven muerto y 7 heridos tras una agresión fascista en el metro de Madrid».

20Minutos, 11/11/2007

«Un muerto y siete heridos en una reyerta entre neonazis y red skins».

20Minutos, 12/11/2007

Y por fin, la verdad:

«La policía continúa con la investigación y, tras visionar el vídeo del metro, ha determinado que no fue una pelea entre bandas. El acusado estaba sólo y se vio acorralado por el grupo de redskin. Su reacción fue inmediata, sacó la navaja para defenderse y asestó una puñalada mortal a la víctima.»

Informativos Telecinco, 13/11/2007

Pero es que además, encima, algunos tienen la cara dura de salir a protestar por la muerte de ese «red skin», al que han victimizado cuando en realidad es el agresor. La ultraizquierda cuenta con el beneplácito de las autoridades y de los medios de comunicación, y siendo quienes empezaron la trifulca aparecen como víctimas. Queremos ver las imágenes del metro donde se muestra a esa banda de cabezas rapadas de ultraizquierda agrediendo a un miltar por llevar el pelo corto. Queremos verlos atacando, veinte contra uno, que es cuando más valientes son. Queremos que pongan ese vídeo por todas las cadenas tanto como nos restregaron por la cara las imágenes de las dos bofetadas a la ecuatoriana. Y queremos que los redactores que escribieron titulares del calibre de «un muerto en una AGRESIÓN FASCISTA» piensen cómo reaccionarían si se viesen atacados, así, de repente, por veinte energúmenos. La «agresión fascista» resulta que en realidad fue una agresión ultraizquierdista, y el «asesinato de un joven antifascista» fue un acto de legítima defensa por parte de su agredido.

Este que ha muerto no era ningún angelito. Se trataba de un radical de ultraizquierda, del que los medios sólo destacaron su minoría de edad para provocar la compasión pública. Pero Minuto Digital ha sacado a la luz su auténtico perfil. Asimismo, se difundieron informaciones manifiestamente falsas al poco tiempo de trascender la noticia, como que el finado «no pertenecía a ninguna sigla ni a ninguna banda«. Falso. Sus secuaces de pensamiento vandalizaron las calles por donde protestaron por su muerte, arrasando bancos, tiendas y mobiliario urbano, y aquí nadie dijo nada. Protestaban porque uno de los suyos había muerto al cometer una agresión y ser repelido. ¡Increíble! Esto es como cuando los batasunos protestan porque a un terrorista le ha estallado en las manos la bomba que preparaba.

Si ese niñato se hubiese quedado quieto en vez de ir por el metro agrediendo al primero que encontrase con el pelo corto, todavía seguiría vivo. A nadie se le puede pedir que se deje matar ante una agresión. El militar hizo lo que cualquiera haría, guiado por el instinto de conservación: defenderse. Y al que se defiende no se le puede llamar ni agresor ni asesino. Eso en todo caso lo será el que empieza la agresión.

Y mientras tanto, los medios se han despachado a gusto publicando titulares que son auténticas calumnias, faltando a la verdad a cada frase. Y ahora pasan de puntillas sobre lo que las cámaras de seguridad del metro demuestran, en vez de publicar una aclaración a toda página diciendo: «la hemos cagado: no fue una pelea entre bandas, fue una agresión de un grupo de cabezas rapadas ultraizquierdistas contra un militar que estaba en el metro; no fue una agresión fascista, fue una agresión ultraizquierdista; no fue un asesinato, fue un acto de legítima defensa; el muerto sí pertenecía a un grupo radical, en contra de lo que publicamos». Pero callan y no dicen nada, porque ya tienen lo que pretendían: manipular y presentar los hechos justo al revés de como sucedieron.

Como una reunión de las Naciones Unidas
13.11.2007

En poco más de un mes, el Observatorio de la Delincuencia Inmigrante ha registrado delitos cometidos por ciudadanos de las siguientes nacionalidades: albaneses, alemanes, angoleños, argelinos, argentinos, armenios, austriacos, búlgaros, belgas, bielorusos, bolivianos, bosnios, brasileños, británicos, burundeses, cameruneses, canadienses, chechenos, checos, chilenos, chinos, colombianos, costamarfileños, costarricenses, croatas, cubanos, daneses, dominicanos, ecuatorianos, eslovacos, eslovenos, estadounidenses, estonios, finlandeses, franceses, gambianos, georgianos, ghaneses, gitanos, griegos, guatemaltecos, guineanos, húngaros, holandeses, indios, iraníes, irlandeses, islandeses, italianos, kazajos, kosovares, letones, lituanos, malayos, malíes, marroquíes, mauritanos, mexicanos, moldavos, nicaragüenses, nigerianos, paquistaníes, paraguayos, peruanos, polacos, portugueses, puertoriqueños, rumanos, rusos, senegaleses, serbios, singapurenses, sirios, sudafricanos, suizos, tailandeses, turcos, ucranianos, uruguayos y venezolanos.

Hay más extranjeros aquí delinquiendo que asistentes en una asamblea general de las Naciones Unidas. ¡Delincuentes de 80 nacionalidades distintas en un solo mes! Los delitos que más han cometido han sido los robos, violaciones, tráfico de drogas, atracos, asaltos, estafas, asesinatos y un etcétera casi infinito que comprende casi todo lo que el Código Penal tipifica. En total, en este primer mes de funcionamiento, el Observatorio ha registrado más de mil delitos cometidos por extranjeros en España. Y no son todos, porque ese sito sólo da cuenta de las fechorías que aparecen en prensa. ¿Si se han publicado más de mil noticias, cuantos hechos delictivos han tenido como protagonistas a extranjeros?

Se diga lo que se diga, una cosa está clara: si esas gentes no hubiesen estado en España, tampoco habrían cometido aquí esos delitos. Por mucho que políticos tanto del PSOE como del PP se empeñen en decir que no existe relación entre inmigración y delincuencia, los hechos hablan por sí solos y resulta más que evidente que la inmigración, legal o ilegal, es foco, fuente y origen de una enorme cantidad de los delitos que se cometen en este país. La evidencia no se puede negar. Y para quien siga dudando esto, recomendamos una visita al Observatorio, que tiene además una dirección de acceso muy fácil de recordar: www.delincuenciainmigrante.com. Que os sea leve.

Campaña de manipulación
12.11.2007

Los medios de comunicación la tienen tomada con cualquiera que diga en voz alta lo que piensa sobre la inmigración masiva, salvaje e ilegal que sufrimos. Hace unos días, ya intentaron dramatizar unos hechos atribuyéndolos a la «extrema derecha». Según publicaron algunos medios, un coche de la policía atropelló a dos niñas en Pozuelo de Alarcón mientras perseguía a una supuesta banda de cabezas rapadas. Rápidamente intentaron asociar ese suceso con los «ultraderechistas», presentando la presencia de esos cabezas rapadas como la causa del efecto, que fue el atropello de dos menores. Pero según explicó el concejal de seguridad de Pozuelo, esa patrulla de la policía «en ningún momento se encontraba controlando a un grupo de estética skin head», sino que recibió una llamada de la central diciéndole que se acercase a determinada calle. Y circulando a 50 km/h como máximo, se encontaró un autobús por el carril contrario y, detrás de ese vehículo, a las dos niñas cruzando la calle, por lo que las atropelló al salir de sorpresa de detrás del bus, sin graves consecuencias.

Aun así ya hubo quien quiso aprovechar estas circunstancias casuales para inventarse la presencia de cabezas rapadas, para manipular el trasfondo de la noticia y hacer que el subconsciente apuntase a la «extrema derecha» como responsable de tan desgraciado accidente.

Pues bien, hoy ha pasado algo similar. Resulta que una banda de «antifascistas» (los medios hablan como si estuviésemos en 1936) ha pretendido reventar una manifestación convocada por las Juventudes de Democracia Nacional en Madrid contra los desmanes de la inmigración. Y estos progres de extrema izquierda se han cruzado en el camino con un militar al que, por llevar el pelo corto como es preceptivo en el Ejército, han confundido con un «cabeza rapada» ultraderechista. El hombre, al verse atacado, se ha defendido con un cuchillo y ha matado a uno de sus agresores. Al poco rato ya se podían leer titluares como este en Internet: «Un joven antifascista de 16 años muere en Madrid a manos de los nazis«. ¿Pertenece ese militar a la Wehrmacht y no nos hemos enterado? Medios que en principio deberían ser más reputables tampoco han dudado en publicar que el apuñalamiento lo ha cometido «un grupo de skin heads», pero sin embargo no han dado información alguna sobre el autor de esa muerte, ya detenido y gravemente herido por la paliza que le propinaron esos de quienes se defendió con un cuchillo.

Como estos hechos han ocurrido en el Metro, a la fuerza han tenido que quedar registrados por las cámaras de seguridad tanto de los vagones como de la estación. Probablemente estas imágenes jamás salgan por televisión, a diferencia de otras que recientemente se han hecho famosas. Probablemente, si este vídeo no aparece, será porque demuestre que quien apuñaló lo hizo en legítima defensa. Probablemente esas imágenes retraten a los militantes de ultra izquierda como agresores, ensañándose con el primero que lleva el pelo corto, y por llevar el pelo corto. Luego estos idiotas se declaran «antirracistas». Absolutos ignorantes descerebrados es lo que son.

Pero de momento ya han soltado el bulo y los medios han intentado mezclar el nombre de un partido anti-invasión en este desgraciado suceso. Y aunque entre estos partidos se lleven mal y no se puedan ver, si se ensucia el nombre de uno se ensucia el de todos. Cuando el honor de uno de ellos es vilipendiado con semejantes calumnias el resto debe apoyarle incondicionalmente y ayudar a que se conozca la verdad del hecho, dejando para más tarde las rencillas. Estos mismos medios que manipulan a consciencia pretenden que se piense que todos los que decimos que esto es una invasión vamos rapados al cero y circulamos por el mundo con bates de béisbol o con dos metros de cadena para arrearle al primero que nos mire mal. Y resulta que es al revés, que quienes se comportan así son estos que dicen defender la «tolerancia», siendo ellos los primeros intolerantes. Curioso que unos que predican que no hay que juzgar a nadie por su aspecto acaben apaleando a un hombre por llevar el pelo corto.

Juristas serenos, pero hartos
10.11.2007

Una cincuentena de juristas, entre jueces y abogados, han calificado de «propagandística» la respuesta de los poderes públicos y de los medios de comunicación a la agresión que sufrió una ecuatoriana en un tren de Barcelona. La web de la asociación de magistrados Jueces para la Democracia publica un comunicado titulado «Desde la serenidad pero con hartazgo» en el que los firmantes reflexionan sobre el ridículo que han hecho tanto los medios de comunicación magnificando el tema, como los poderes públicos actuando «a golpe de titular». En concreto, responsabilizan a la «presión mediática» de «incentivar prácticas incompatibles con las garantías constitucionales y cada vez más próximas a la ley de la venganza». Venganza que ya se mostraron dispuestas a asumir bandas sudamericanas y hasta individuos magrebíes. Los inmigrantes, que entre ellos jamás se mezclan, no dudan en agrupar esfuerzos a la hora de tomar esa venganza. Cuanto menos es curioso que un grupo de moros decida intervenir por la agresión a la ecuatoriana. Una muestra más de su autoreconocimiento como grupo a parte, ellos, todos juntos, vengan de donde vengan, contrapuesto con los españoles. Para que luego nos vengan algunos soplagaitas a hablar de integración.

A parte del ruído que armaron los medios por algo que cada día pasa decenas de veces al revés, en que las víctimas son españolas y los agresores inmigrantes sin que los informativos digan nada, la independencia judicial estuvo en juego y ese concepto se jugó el tipo, puesto que la vicepresidenta del Gobierno y el ministro de Justicia tomaron cartas en el asunto y exigieron el encarcelamiento del acusado. El propio presidente del Gobierno también se refirió al asunto y hasta el Parlamento catalán condenó los hechos como si de un atentado terrorista se tratase. De igual modo, Ecuador quedó retratado como país tercermundista de primerísimo orden enviando a su ministra de asuntos exteriores por algo que se mire por donde se mire no dejan de ser dos bofetadas y una patada. Aunque a decir verdad, España quedó también retratada como otro pedregal tercermundista, al comportarse sus políticos y sus medios de comunicación como representantes de una auténtica república bananera con este asunto.

Y ya para acabar, ni qué decir tiene que el manifiesto de los juristas ha aparecido el algún periódico comarcal y poco más. La campaña propagandísitca de los medios sigue, pero ahora, en vez de repetir las mismas imágenes hasta la náusea, silencian y no publican lo que jueces y abogados han pronunciado sobre este bochornoso caso.

Turba mundi o por qué España es el basurero del mundo
09.11.2007

En Italia unos gitanos rumanos violaron y asesinaron a una mujer italiana, y el gobierno de ese país respondió con un decreto de expulsión de cualquier extranjero que sea un problema para la seguridad pública, comunitario o no. Esto que puede parecer una acción contundente y decidida en beneficio de la ciudadanía tiene un defecto: a los políticos italianos les importa tres pepinos lo que le pase a la gente. Si han tomado esta decisión sólo es porque «el problema es de índole europea y su irresolución daría alas a las facciones más extremistas y xenófobas del espectro político».

Pero aun así, al presidente de Rumanía no se le ocurre nada más que denunciar una «alarma xenófoba» y propone a Italia aumentar los policías rumanos en ese país. Como habla de «aumentar» debemos suponer que ya tienen policías ahí. De todos modos es un insulto a la sobiranía nacional de cualquier país que cualquier otro le proponga el envío de policías para controlar lo que pasa en las fronteras del vecino. Lo que le debe pasar al presidente Rumano es que por una vez que se libra de toda la gitanada que campa a sus anchas por Rumanía, no quiere que vuelvan. Y no volverán, porque se vienen a España. Esa turba delincuente, sin instrucción alguna, sucia y mal vestida ha visto en España el paraíso que necesita, donde el gobierno socialista que hay ahora no hará nada para impedir su entrada, y tampoco moverá un dedo el próximo gobierno del PP que se acerca para marzo. Y ya han empezado su éxodo. Pronto harán crecer la Cañada Real o se les podrá ver a las afueras de Valencia.

Este desplazamiento de escoria ha causado alarma entre los propios rumanos asentados en España, y la mismísima presidenta de la Asociación de Inmigrantes de Europa del Este, que es rumana, ha pedido al gobierno que no deje entrar a esta muchedumbre inútil, parasitaria e inservible que se acerca. Dice bien a las claras que «vivimos sobre un polvorín» y que «aquí ya no cabemos más». Y lleva toda la razón. Sin embargo, el presidente de la Federación de Asociaciones Rumanas en España, que curiosamente es español, ya ha puesto el grito en el cielo por el decreto italiano que está echando a patadas a los gitanos rumanos. Según este señor, «estos colectivos necesitan más servicios sociales y no decretos». Y yo le digo: que les den esos servicios sociales en su país, si es que tengan algún mérito para recibirlos. Porque reclamar servicios es muy fácil, pero aportar algo al bienestar común ya no gusta tanto. Y como se comprenderá, nada se les puede dar a quienes nada aportan.

En Italia puede haber hasta 700.000 rumanos, muchos de ellos gitanos. Y tenemos muchos números para que una cantidad enormemente desorbitada de este género llegue aquí. Parece ser que al Gobierno no le importa que venga todo este personal. Da igual que ya haya más de 180.000 inmigrantes cobrando el paro en España, sobretodo porque trabajar no es por lo que destacan estos que se acercan, y por lo tanto dudosamente se queden sin trabajo si jamás han tenido uno. Parece que estos datos tampoco le quitan el sueño al ministro (por llamarle algo) Caldera: el charro se ha ido de viaje a Senegal con un «paquete muy importante de contrataciones en origen«. Espero que el ministro tenga que dar explicaciones, algún día, de estas políticas tan desgraciadas que promueve. ¿Hará alguien el favor de explicarme, por ser yo, cómo diablos se puede ir a buscar supuestos trabajadores al Senegal habiendo 180.000 extranjeros parados en España y casi dos millones de españoles en la misma situación?

Vergüenza es lo que me causa este gobierno. Y profunda pena y compasión me causa mi propio pueblo, tan dócil, tan aborregado, tan engañado, que ni tan siquiera es capaz de hacer lo que la gravedad de la situación merece: salir a la calle y pedirle a gritos al Gobierno que se largue en pleno. Una asamblea de borrachos gobernaría mejor que estos fantoches inútiles al servicio del capital.

Una persona sensata
07.11.2007

En el blog Auténtico Eucatoriano leemos un artículo de una ciudadana de ese país que se queja del mal comportamiento de muchos de sus compatriotas emigrantes y se lamenta de la mala publicidad que esto les da al conjunto de los ecuatorianos:

«… para los que están viviendo en Ecuador no podrían imaginar la vergüenza que sentimos los ecuatorianos cuando viajamos con nuestro pasaporte en el EU, todos somos incluídos en el mismo cesto, y sólo allí nos sentimos verdaderamente ultrajados, producto de las malas noticias de las que nuestros compatriotas son actores especialmente en España.
Yo creo que el sentimiento de este español no es nada alejado de lo que sentimos los ecuatorianos cuando vemos en nuestro país tantos robos y crímenes cometidos por colombianos, el sentimiento es el de “invasión” a lo que son nuestros principios, nuestra cultura, etc.
La gente que se fue a España es un su mayoría gente sin educación bajada de los páramos y acostumbrada a vivir como salvajes, pues lo mismo están haciendo en España, orinándose en las calles, tirando parada de matones sin darse cuenta que han sido acogidos por otro país para recibir lo que en Ecuador NUNCA llegarían a tener.»

Y remata así su artículo:

«… no tratemos de justificar acciones que no tienen justificación, dice mi esposo que el problema de los ecuatorianos es que estando errados queremos justificar lo injustificable y es verdad, es mejor saber reconocer nuestros errores, sería un buen comienzo del cambio.»

Vemos, pues, una persona sensata que se da cuenta de cual es la realidad. Una ecuatoriana honrada y decente que reconoce los problemas que causan muchos de sus compatriotas emigrantes y que clama para su resolución. Personas así aquí son y serán bienvenidas. Si la inmigración que recibimos tuviese el atino y el aplomo de esta señora, los problemas que desde aquí denunciamos ni tan siquiera existirían. Pero los progres españoles prefieren negar estas realidades y encima tildar de racista, xenófobo y ultraderechista a quien se atreva a denunciarlas públicamente. Y es que a la oligarquía no le interesa que vengan las personas más cultas y preparadas, sino los más borregos y pendencieros que son, a fin de cuentas, su fuente de mano de obra barata, dócil con las exigencias de la patronal, y sin ningún tipo de criterio. Justo el modelo ideal de votante que persiguen tanto el PSOE como el PP.

Caso indignante
06.11.2007

Un vecino de Fuenlabrada se enfrenta a una petición de siete años de cárcel por haber disparado contra un atracador y herirlo. Además, también se le reclama una indemnización para el chorizo de 10.200 euros. Las cosas fueron así: el ahora demandado regenta una cafetería, y una de las empleadas del bar avisó que en una óptica cercana estaban robando. Entonces el ahora encausado salió a la calle portando una pistola semiautomática, y después de dar el alto al atracador y hacer éste caso omiso, disparó hiriéndole.

Por lo visto jueces y fiscales entienden que la Ley ha de ser como las matemáticas, donde todo cuadre. Dos y dos son cuatro, sí, pero no es lo mismo disparar para robar, que disparar para evitar un robo. No es lo mismo matar por placer que matar para defenderse. No es lo mismo. Y por lo tanto no pueden juzgarse acciones así de la misma manera y siguiendo un único patrón, porque las motivaciones del hecho son bien distintas en un caso u otro. Pero el fiscal ve en estos hechos un «homicidio en grado de tentativa» y se pasa por el forro las razones que llevaron al procesado a disparar. Con medidas así fomentan el individualismo acérrimo, el no meterse en líos si el prójimo tiene un problema, en pasar de todo mientras no le toquen a uno. Y luego se exclaman, se quejan y se sorprenden al ver que el argentino del tren de Barcelona no intervino para defender a la ecuatoriana a la que Sergi Xavier M. estaba abofeteando. ¿Cómo va alguien a intervenir en nada si el premio es una multa y cárcel?

Desde el momento en que el Estado es incapaz de garantizar la seguridad y la integridad de personas y bienes, el pueblo, automáticamente y sin que deba mediar decreto o ley alguna, está legitimizado a defenderse a sí mismo y a sus propiedades. Jueces y fiscales deben meterse eso en sus cabezas, por poco que les quepa, y dejar de aplicar a quien se defiende la contundencia legal que no aplican al que agrede. Es vergonzoso que el guardón a la solidaridad y a la heroicidad deba de ser una pena de cárcel y el pago de una indemnización a un vulgar delincuente.

Y creyeron haber encontrado la solución
04.11.2007

Esta madrugada en la calle Balmes de Barcelona han cosido tres chicos a navajazos. A uno de ellos han tenido que extirparle un riñón y una de las puñaladas le ha afectado al corazón. Los autores, según testigos oculares, amerindios sudamericanos de estética pandillera, probablemente pertenecientes a esa banda de delincuetes llamada Latin Kings.

La Generalitat creyó que legalizar estas bandas criminales en forma de asociación permitiría controlarlas, pero periódicamente se pueden leer noticias como la referida hoy. Primero fueron los «Latin Kings» y después les siguieron los «Ñetas», que también constan el el registro de entidades jurídicas catalán, como «asociación cultural, deportiva y musical». La gran contradicción de todo esto es que mientras en Catalunya se legalizan estas asociaciones de gentes de mal vivir, en Madrid las prohíben y se esfuerzan en evitar su proliferación mediante la presión policial. Debería de existir una política común estatal de la misma forma que existen leyes antiterroristas que no pueden aplicarse de distinta forma por cada comunidad autónoma, y sin duda subvencionar a bandas de delincuentes no es la vía para acabar con su violencia. Aunque como todo lo relacionado con los problemas que conlleva la inmigración, habría que ir directo a la fuente del mal y preguntarse por qué se ha dejado entrar en España a gentes de esa calaña, capaces de integrarse en hordas depredadoras y movidos por un profundo sentimiento antiespañol, declaradamente racistas, y con la idea inculcada en sus mentes que los españoles son el origen y la causa de todos sus males.

Para este problema de las bandas criminales amerindias sólo existe una solución: la deportación inmediata y sin contemplaciones de cualquier persona que pertenezca a una de ellas, haya cometido o no delitos mientras haya formado parte de ellas, considerándose delito el mismo hecho de integrarse en uno de estos grupos . La tipificación como delito de esta afiliación es necesaria, exactamente igual como se tipifica como un hecho delictivo el pertenecer a banda armada o terrorista. El Código Penal y la Ley de Extranjería necesitan una urgente revisión y ampliación de contenidos para nuevos delitos. Es más urgente deportar a delincuentes peligrosos que hacer ingresar en prisión a conductores que circulan a 200 km/h por la autopista, y sin embargo lo segundo ya es un hecho y lo primero ni tan siquiera se ha debatido.

Ahora es al revés
02.11.2007

Ahora resulta que una banda de sudamericanos se la tiene jurada al «neng» que agredió a la ecuatoriana en ese tren de Barcelona. Además, un grupo de moros envió una carta anónima al ayuntamiento de la población donde reside Sergi Xavier M. con amenazas de muerte. Todo esto ha provocado que la Guardia Civil tenga que vigilar de cerca a ese sujeto para evitar que sea víctima de algún ataque. Por el momento, ya ha tenido que cambiar de domicilio por las amenazas recibidas.

Esto es lo que han conseguido los medios repitiendo hasta el infinito el vídeo de las bofetadas: que los inmigrantes quieran tomarse la justicia por su cuenta y que se sientan intocables por el revuelo que se ha creado artificialmente. Vamos a ver qué dirán cuando ese abusaenanos aparezca con dos navajazos o con todos los huesos rotos después de una paliza. ¿Si las cámaras de seguridad registran el suceso, nos lo van a poner a todas horas?

Las políticas irresponsables de santificación del inmigrante por el mero hecho de serlo producen este tipo de anomalías, que en democracia no son aceptables. Cuando un extranjero se convierte en privilegiado sólo por ser extranjero se produce un agravio comparativo hacia el oriundo del lugar donde se promueve semejante despropósito, derivando toda forma de discriminación «positiva» en discriminación a secas contra el natural del país. Esto no es de recibo.

Deja un comentario